Teletrabajo y flexibilidad laboral: cómo se las arreglan los padres ante el cierre de colegios en Barcelona.
15/06/2020
Hemos hablado con padres y madres de niños de diferentes edades para saber cómo combinan el trabajo y el cuidado de sus hijos ante el cierre de colegios.
Desde que en marzo pasado empezó el confinamiento debido a la emergencia Covid-19 muchos padres han tenido que hacer malabares para organizarse en cuanto al cuidado de los menores el tiempo en el que habitualmente están en el colegio.
La situación ha afectado a más de un millón de alumnos en Catalunya, lo que ha convertido los chats de padres en metralletas de dudas, desesperación y pánico. La pregunta que resuena por todo España es ¿qué vamos a hacer ahora con los niños en casa si tenemos que trabajar?
Los abuelos, en situación de normalidad son el principal motor de ayuda en el cuidado de los más pequeños, pero – a pesar de que en Barcelona hayamos entrado el lunes pasado en fase dos – todavía no estamos ante el escenario ideal para dejar los niños con sus abuelos, ya que los mayores siguen siendo el principal grupo social de riesgo y deberían seguir estando alejados de cualquier foco de contagio.En un primer momento, la posibilidad de teletrabajar – para los que hayan podido acordarlo con su empresa – , pareció una solución al problema. Sin embargo, al cabo de unas semanas desde el principio del confinamiento muchos padres han empezado a tener problemas con la gestión del tiempo de trabajo al tener lo niños en casa todo el día y con la organización del espacio en casa que en muchos casos resulta incómodo e inapropiado al desarrollo de las tareas laborales.
Los progenitores que trabajan desde casa también se quejan de no poder compaginar sus tareas profesionales con la de ayudar a sus hijos en sus deberes, y aseguran que no pueden pretender que los pequeños lleven en casa, ante esta situación excepcional, el mismo ritmo como si todo sucediera dentro de la normalidad habitual.
¿Y qué hacemos entonces?
El teletrabajo y la flexibilidad laboral, la excedencia temporal, vacaciones o la ayuda de personas del entorno familiar parecen ser los recursos que los padres tienen más a mano para hacer frente a esta situación. Aunque en muchos de los casos, ninguna de estas soluciones es la ideal.
Hemos preguntado a algunos padres como están gestionando estas “vacaciones escolares” forzadas y hemos hecho un breve recopilatorio de sus respuestas.
Maria y Oscar, empleados, padres de Lucas, 5 años.
“A principio hemos conseguido alternarnos para que uno de los dos siempre se quedara con el niño. Sin embargo, aunque podamos trabajar ambos desde casa, nuestra disponibilidad es de media jornada. Por las mañanas trabaja uno y por las tardes el otro.
Además, el grado de concentración, y por consecuencia el rendimiento del trabajo no son los mismos. Ahora, lo que más nos agobia es el no poder conseguir trabajar al 100% con un niño en casa y sentir que esto pueda generar un riesgo para nuestros puestos de trabajo”.
Paco, freelance, padre separado de Marc, 4 años.
“Tengo custodia compartida del niño y durante el confinamiento se ha quedado conmigo una semana sí y otra no. Durante las dos semanas del mes en las que está conmigo, prácticamente no puedo trabajar.
El problema es que no siendo de Barcelona, no puedo contar con la ayuda de familiares, tíos o abuelos como muchos de mis compañeros de trabajo. La única persona con la que cuento es mi pareja, pero aunque muchas veces el niño se quede ella jugando en el salón, no consigo concentrarme en el trabajo como debería. El niño acaba interrumpiéndome a cada rato para enseñarme sus juguetes, sus dibujos. Siempre necesita mi atención y reclama mi interacción.
Está en una edad en la que todavía no es lo suficientemente independiente como para jugar solo un ratito.
Cuando mi pareja sale con él a la calle o al parque es cuando más consigo avanzar con mis tareas, sin embargo con este sistema consigo sacar unas dos o tres horas de trabajo diario pero no más. Y cuando ella tiene que trabajar cuento con una canguro a la que llamo un par de veces por semana, pero ahora mismo no puedo hacer una inversión de dinero mayor y el rato que me saca es muy poquito. Algo es algo, por supuesto”.
Clara, farmacéutica y José, periodista, padres de Lucía y Manel, 4 y 6 años.
«Durante todo el confinamiento he tenido que seguir acudiendo a mi puesto de trabajo; la farmacia ha estado siempre abierta durante toda la cuarentena. Mi marido ha tenido la suerte de haber podido teletrabajar. Mis padres viven en Madrid y los de mi marido en Alicante, y por ello no nos han podido ayudar. Cuando ha empezado la fase 0 en Barcelona, lo que hemos hablado algunas madres del edificio es de organizarnos para que los niños estén juntos varias horas al día jugando y así no se peguen a la tele. De esta forma, mi marido puede trabajar algunas horas sin tener a los niños en casa. Aun así tengo que organizar – entre turno y turno – las comidas que no tenía previstas, ya que los niños comían en el colegio».
Laura, diseñadora gráfica, madre separada de Sofia, 7 años.
«No podemos hacer los padres lo que los niños hacen en clase. Yo no puedo estar pendiente del teletrabajo, casa, deberes, niña… Me estoy viniendo abajo. Soy perfectamente consciente de que no hay una regla que sirva para todos, sin embargo me pongo muy nerviosa cuando escucho a otras madres que tiran de tablet, televisión y videojuegos para entretener a los niños y poder trabajar durante horas. En las dos semanas al mes que me toca estar con la nena intento evitar todo tipo de pantalla e incentivar la lectura, el dibujo y otros tipos de juegos que la estimulen más. Pero es cierto que con estos tipos de actividad la nena necesita mi presencia y al final apenas consigo trabajar.
Me parece increíble sentirme obligada a escoger entre criar a mi hija según un modelo educativo que para mí es más sano y mi trabajo. Pero así es: las dos cosas, en el escenario actual no son compatibles desafortunadamente. Las dos semanas restantes en las que la nena no está conmigo, intento doblar horas de trabajo para compensar. Pero mi piso es pequeño, empieza a hacer calor y no tengo aire acondicionado».
El pasado mes abril, al final del primer mes de confinamiento, Mireia Las Heras, profesora del IESE, publicó el primer estudio de teletrabajo que se ha realizado en nuestro país tras el confinamiento. La conclusión que emerge de este estudio es que los Españoles sienten que trabajar en casa y cuidar a los niños es una misión casi imposible.
Para una mejora del rendimiento de los empleados el estudio deja alguna recomendación como por ejemplo intentar empezar a trabajar pronto, porque las primeras horas del día son más productivas y suele haber menos interrupciones. “Cuando los niños se despierten, tendrás la sensación de haber adelantado. De haber avanzado. De haber ya conseguido parte de tu objetivo del día. Y eso te dará cierta serenidad, en medio de la situación actual”, afirma Las Heras.
Además, dado que el trabajo se está desarrollando de manera muy anómala en los hogares, la autora apuesta por escoger un lugar físico donde solo se trabaje. Existen opciones válidas como por ejemplo optar para un coworking, para aprovechar al 100% las horas sin hijos, sin los inconvenientes de las oficinas en casa.
En el espacio de coworking tienes todas las comodidades de la oficina (tu mesa de trabajo y silla cómoda, aire acondicionado, ambiente tranquilo para concentrarte, etc) y más ventajas que una oficina: con salas de reuniones que puedes utilizar, con zonas comunes de descanso, nuevos compañeros de diversos ámbitos con mucho talento y además no tienes tu jefe ahí presente 🙂
Todo son facilidades, ya que en nuestro coworking nos adaptamos a las necesidades y horarios de cada persona. Tú solo necesitas traer el portátil, de lo demás ya nos ocupamos nosotros. Sin permanencias, sin fianzas y con horarios flexibles 100%. ¿Se puede pedir más?
Si estás viviendo alguna de las situaciones antes mencionadas, no te lo pienses, ven y lo solucionamos en menos de 5 minutos.