Mokrin House: la auténtica belleza del coliving rural

La semana pasada salimos de nuestro coworking en Barcelona para hacer una escapada express a Serbia y trabajar desde Mokrin House, un espacio increíble de coworking y coliving, una especie de burbuja en medio de la zona rural del norte de Serbia, en un pueblo llamado Mokrin. El espacio combina un extremo buen gusto (todo cuidado hasta el último detalle), una arquitectura moderna pero sencilla con naturaleza abundante, un césped impecable, un huerto bien cuidado, árboles, flores, una piscina con agua sin refinar e incluso un jacuzzi. ¿Suena bien verdad?

Breve historia de Mokrin

La historia del pueblo de Mokrin y su importancia se remonta al año 1883, cuando un 4 de octubre se inauguró del Orient Express, el famoso tren que unía Estambul con París, pasando justamente por Mokrin debido a su ubicación estratégica («Mokro» en Serbio significa «mojado» y en aquel entonces era un punto muy importante de recogida de agua en la región). Después de unos años la ruta del Orient Express cambió y dejó de pasar por la localidad serbia.

En 2008 Ivan Brkljač y su familia compraron este extenso terreno inicialmente con la intención de abrir un centro de educación, cultural etc… Pero la idea fue evolucionando hasta que en 2016 se abrió Mokrin House como espacio de coworking y coliving. Después de su lanzamiento de éxito, habiendo conseguido varios premios y reconocimiento internacional, gente de todo el mundo viene a disfrutar de un verdadero balance entre trabajo y relax en este espacio de ensueño. El coliving tiene capacidad para 35 personas y el objetivo a corto plazo es poder acoger hasta 300 personas, teniendo una red de alojamientos en el pueblo de Mokrin y así incluir a todo el pueblo en este proyecto. Hoy en día ya está teniendo un impacto local al ofrecer talleres, cursos y actividades también para los residentes de Mokrin, que en el 95% de los casos son gratuitos.

¿Quién va a Mokrin House y por qué?

Durante los días que estuvimos trabajando desde Mokrin House, conocimos a distintos perfiles de personas que estaban «co-trabajando y co-viviendo» en el espacio. Dos grupos de la startup americana Remote Year estaban de paso unos días; la empresa ofrece un año de trabajo en remoto combinado con viajar. También había dos hermanos americanos trabajando en sus empresas desde Mokrin (durante un mes y medio) y después volvían a Nueva York, aunque nos contaron que vienen mínimo un mes al año y que si pudieran se quedarían todo el año, ya que es un auténtico paraíso. Asimismo, conocimos a varios trabajadores de distintas nacionalidades de la empresa Nordeus, desarrolladores de juegos para móvil, siendo Top Eleven su juego más exitoso (con más de 150 millones de usuarios registrados).

¿Y por qué ir a este coliving? El entorno que ofrece Mokrin es algo único, y especialmente todos aquellos freelancers, autónomos y nómadas digitales que acostumbran a trabajar en grandes ciudades encuentran una paz necesaria y casi ansiada en este espacio rural. Nosotros hemos podido comprobarlo, un break en este espacio te da aire y tranquilidad, pero al mismo tiempo te facilita hacer networking para tus negocios y aprender nuevas perspectivas e ideas. Conclusión: un coliving muy pero que muy recomendable, ¡volveremos pronto ;)!